Los seres humanos solemos entender el mundo de los animales, el de las mascotas que nos hacen compañía, en función de nuestras claves vitales y psicológicas. Sin embargo, el comportamiento de esas mascotas son el resultado de su evolución animal y de su relación con el entorno del que proceden. Una improta que debemos entender y que no podemos borrar.

Recomendación: Alimentación sana para hurones y chinchillas

La alimentación de nuestras mascotas es vital para su salud.

Podemos socializar a una mascota para que acepte convivir con nosotros, pero su naturaleza es más fuerte que cualquier esfuerzo que hagamos. Nunca debemos olvidar que cuando abrimos nuestro hogar a un animal, estamos apostando por convivir con un pedazo de la madre naturaleza. Viva.

Vamos a hablar aquí de un principio físico muy común entre las mascotas pequeñas, entre las chinchillas y los hurones que han comenzado a poblar nuestro mundo de amigos animales de compañía en los últimos años, con su exotismo, con sus juegos, con su vitalidad, para deleite de los más pequeños de la casa.

El principio físico que forma parte de la naturaleza de los hurones y las chinchillas es el de su limitada capacidad para regular la temperatura corporal, en especial en ambientes, muy calurosos o extremadamente húmedos, como puede suceder en nuestros veranos y cerca del mar. A la reacción de los organismos en ambientes poco ventilados, excesivamente caldeados o con mucha insolación se le llama hipertermia, ‘por encima de la temperatura’, en una traducción muy libre.

Pero ¿qué podemos decir del frío? ¿Les afecta también a los hurones y a las chinchillas cuando estos animales provienen de entornos geográficos donde las temperaturas bajas son comunes?

Para hurones y chinchillas, pero también para cualquier especie que queramos introducir en nuestros hogares, siempre es muy conveniente informarse antes de comprar a las mascotas en las tiendas de animales, si las condiciones en las que van a vivir, las de nuestra casa, o nuestros hábitos, por ejemplo, son las más adecuadas para sus condiciones físicas.

Además, es vital tener en cuenta el tipo de pienso, la alimentación que ha de nutrir a nuestras nuevas mascotas. No todas las comidas valen, paara nuestro hurón y nuestra chinchilla, éso también lo saben en las tiendas de animales, con toda su experiencia.

Una cosa es ver a nuestros hurones y chinchillas moverse con viveza en la fría terraza de casa en los días de vacaciones de invierno, en compañía de los niños, y otra muy diferente es pensar que no puede pasar nada, que es una situación normal, que están acostumbrados. Como comentamos más arriba, algunos animales regulan mal la temperatura, pero también son sensibles al frío intenso, a la humedad y al hecho de permanecer mojados durante mucho tiempo.

Los hurones y chinchillas pueden presentar un cuadro de resfriado y complicarse con una neumonía, como nos sucede a los humanos, independientemente de que estén adaptados a las condiciones de frío ambientales.

Tanto los hurones como las chinchillas, regulan su exposición al frío en las madrigueras, donde varios animales se dan calor mutuamente en un entorno, sus nidos subterráneos, formados por materiales que ayudan a propagar el calor, como es el caso de las materias vegetales o las fibras textiles, incluso, tanto en el caso de los hurones como en el de las chinchillas.

El instinto de las chinchillas y de los hurones, nacidos para soportar las crudas condiciones medioambientales del centro de Europa, les lleva a protegerse del frio y de la lluvia y de la combinación de ambos, refugiándose en sus cubiles.

Cuando nosotros, en nuestro afán de disfrutar de chinchillas y hurones, los sacamos a temperaturas glaciales en nuestros inviernos y se mojan, los animales no tienen la opción de protegerse de esa forma instintiva. Ése puede ser el comienzo de sus resfriados, y de los problemas de salud que pueden complicarse si no somos capaces de atajarlos a tiempo.

No hace falta que embutamos a las chinchillas o a nuestros hurones en esos jersey a medida que se venden en Internet en Estados Unidos para dar calor extra a las mascotas, y que también podemos comprar en las tiendas de animales más cercana junto a su comida, al pienso y a todo lo que tiene que ver con los suplementos y la alimentación de las chinchillas y de los hurones.

Lo más sencillo, es tener en cuenta las condiciones ambientales, actuar en consecuencia, siempre podremos dejarlos en casa, protegidos y calientes, o echar mano de un calcetín de lana grueso para fabricarles su jersey, para vestir de largo, nunca mejor dicho. Si las condiciones del tiempo lo permiten, claro.