Archive for noviembre, 2011


La lista de animales que han llegado a nuestros hogares en los últimos años como potenciales mascotas se ha extendido extraordinariamente. En parte, por el renovado gusto por lo exótico de los ciudadanos de los países del primer mundo, pero también por la apertura al comercio internacional y al desarrollo de países lejanos, hasta hace poco cerrados a Occidente, que exportan como mercaderías a animales fáciles de transportar en rutas aéreas cada vez más frecuentes y seguras.

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¿Estamos seguros de qué implica tener una animal exótico en casa?

No es difícil toparse ya en las tiendas de animales que hay cerca de casa con un sinfín de reptiles procedentes de Asia, de regiones de América, de África o de lugares apartados y remotos de Oceanía, que también resultan fáciles de adaptar a nuestros hogares europeos y hasta de criar en viveros lejos de sus lugares de origen. Ahí está parte de la clave de su éxito como animales de compañía, la unión positiva de todas esas circunstancias.

La pregunta que ha de hacerse quien se haya dejado seducir por los encantos del exotismo de estos reptiles que nos recuerdan mucho a los animales salvajes es precisamente qué nos pueden aportar.

Y algo todavía más importante, por supuesto, qué les podemos aportar nosotros en la línea de conocimiento práctico sobre sus costumbres para procurarles una inserción adecuada y segura en nuestro medio natural, nuestra propia casa.

Tal vez el primer argumento a la hora de elegir y comprar un reptil como mascota de la tienda de animales es valorar toda la información disponible sobre el animal, que debemos recordar tendrá un comportamiento más de animal salvaje que perros y hasta gatos, que en el contacto con el hombre se han ido socializando y han adaptado de alguna manera sus comportamientos y roles al mundo humano y a las peculiaridades de ese hábitat doméstico que llamamos casa familiar.

Debemos saber cuando vayamos a comprar el reptil en la tienda de animales si está en fase de desarrollo infantil o juvenil, si el tamaño de la serpiente, del camaleón o del gecko será el mismo, o, en su caso, cuánto más crecerá.

Ese dato es muy importante para no llevarnos sorpresas en los meses siguientes. En muchas casas, el espacio no sobra precisamente. Y si el crecimiento del reptil puede ser un inconveniente, cuanto antes lo sepamos, mejor.

Otro dato a tener en cuenta es su alimentación, qué es lo que come, cual es su pienso, cuales son su suplementos, porque no se trata de mantener sólo al animal con vida, también es importante que crezca con salud. En nuestra mano siempre estará adelantarnos a sus ciclos de vida, a sus carencias en la alimentación y a sus enfermedades.

Hablamos de pienso, aunque en la gran mayoría de las situaciones deberíamos hablar de animales vivos, que en el caso de las serpientes, de la inmensa mayoría de las serpientes que podemos comprar en una tienda de animales, serán roedores vivos, cebo vivo.

Es algo también muy importante a la hora de decidirnos por un reptil que come como un animal salvaje en su medio natural. Si no estamos por la labor de dar ratoncillos vivos a nuestra serpiente, lo mejor es plantearnos comprar un animal en la tienda de animales que se adapte a nuestra foma de entender la alimentación y la relación cercana con la mascota que tenemos a nuestro cargo.

Dejarnos llevar por el exotismo de una mascota colorida, con movimientos limitados ideales para el reducido espacio que tenemos en casa no son argumentos concluyentes para elegir al reptil que nos ha llamado la atención en una tienda de animales.

Es deseable una consulta previa al mismo titular de la tienda de animales, a un veterinario de confianza, a otra persona que ya tenga esa mascota en casa.

O más sencillo aún, una evaluación de la información publicada y específica sobre la variedad de reptil de nuestro gusto, que podemos conseguir también en una tienda de animales o en Intenet; nos ayudará a caer en la cuenta de los pros y de los contras de ese flechazo que hemos tenido con un ofidio.

A los humanos nos resulta fácil comprender las necesidades de higiene de las mascotas más grandes que solemos considerar fácilmetente relacionables con nuestro comportamiento, sin duda como es el caso del perro.

¡Qué gracioso está con esos pelos! 🙂

Sin embargo, hay otras mascotas menos expresivas, por decirlo de alguna manera, menos movidas, con una naturaleza más tranquila y menos vital, que asociamos a un concepto más salvaje y natural, y para las que concebimos una higiene menos proactiva por nuestra parte para mantenerlas limpios.

El argumento es que si un conejo o una cobaya se las componen bastante bien en su medio natural y se atusan a su aire para limpiarse, con eso debe bastar.

Pensar así, actuar de acuerdo a esos criterios, es un error. La higiene de los animales más pequeños sigue unas pautas determinadas que, en cualquier caso, no tiene porqué ser sólo agua y jabón, por simplificar, sino que es más amplia y propia de su naturaleza.

Y es que, también es el cuidado de la dentición, de la boca, de las uñas, de las patas y de su pelaje, como muy bien nos recordará un especialista veterinario o un responsable de una tienda de animales donde solamos comprar la comida de nuestra cobaya o de nuestro conejo mascotas.

Así, si hablamos de cobayas, efectivamente tendremos que hablar de baño, con agua, y hacer una distinción entre las diferentes variedades de cobayas. Mientras que una de pelo corto necesitará su aseo y poco más; en el caso de las cobayas de pelo largo, no sólo baños con regularidad, sino también cuidados especiales con cepillados continuos y una observación estrecha para prevenir la aparición de parásitos.

El champú ideal para las cobayas es el que se puede comprar en las tiendas de animales, el mismo que se emplea para el baño de las crías de gato, lo suficientemente suave como para no crearles problemas en la piel o una sequedad que también pueda afectarles al pelaje.

Otro consejo. Las cobayas se pueden bañar en un cuenco de plástico de base estable, y siempre con la ayuda de sus cuidadores, sin apretujones, sin frotamientos intensos, con un aclarado final que no deje rastro de jabón de ningún tipo en la piel que también pueda resultar nocivo de forma que evite la normal transpiración de la piel.

Si el cepillado de las cobayas puede ser semanal, para las cobayas de pelo largo, es conveniente utilizar además un instrumento suave para peinarlas, igualmente como el que se usa para atusar el pelo de los gatitos y que también podremos comprar en las tiendas de animales.

Por lo que se refiere a la higiene de las uñas de las cobayas, hay que utilizar unas tijeras adaptadas para su tamaño y cortarlas con regularidad, una vez al mes. Para las uñas claras, no hay ningún problema, se puede ver el nacimiento de la carne y descubrir donde cortar, sin embargo, en el caso de las negras, no es tan fácil.

Pero hay un truco, si se coloca una luz detrás de las patas, se podrá ver al trasluz donde termina la uña. En cualquier caso, un lápiz homeostático a mano, como los que se pueden comprar en las tiendas de animales, ayudarán a detener cualquier pequeña hemorragia que pudiera surgir.

¿Y qué se puede decir de la higiene necesaria de los conejos que tengamos como mascotas? Pues, como comentábamos, también es importante que la observemos, porque de ello dependerá una parte de la salud de nuestro animal.

Pero hay que tener en cuentan que para los conejos, el baño es sinónimo de stress. Sí, se ponen muy nerviosos cuando se les moja. Por eso, se recomiendan dos o tres baños a lo largo del año, nada más, de forma que mantengamos esas condiciones de higiene básicas cubiertas sin ir en contra de la naturaleza del animal. Por otro lado, bañarlo de forma excesiva pondría, además, en riesgo una película protectora que los conejos tienen en su piel y que les sirve de aislamiento.

También es importante tener en cuenta el ph del champú que se ha de usar y que hay que comprar en la tienda de animales, para conejos y para animales afines a ellos. Esto es importante.

Del mismo modo, el agua se use para bañarlos debe estar templada, ni muy fría, ni muy caliente. Si ya de por sí el baño supone un stress para la mascota, mucho más si se sobrepasa o se lleva la termperatura muy por debajo de su calor corporal natural, que viene a estar prácticamente en los mismos niveles que en los seres humanos, 37 grados.

Resulta preferible también bañarlos en los momentos del año que coincidan con temperaturas altas o medias y que para el secado del cuerpo se use una toalla limpia de algodón que esponje bien la piel del animal. ¿El motivo?, se pueden constipar. Sí, como suena. Los conejos son muy sensibles a los cambios de temperatura.

A tener en cuenta el lugar y el momento elegido para el baño del conejo. Habrá de evitarse gestos ansiosos, movimientos rápidos y violentos, en todo caso se recomiendan palabras suaves y gestos conciliadores con las manos y con los que no deben faltar tampoco las caricias.

En cuanto a las uñas, un conejo es más voluminoso que una cobaya y es necesario asirlo bien para que no se dañe para no hacerle mal alguno. Dos personas decididas que hagan la operación en coordinación es una buena idea para contárselas rápidamente. Uno lo sujeta y el otro corta cuidadosamente las uñas con unas tijeras del mismo tipo de las usadas para las cobayas.